Retamar, al lado del hombre real

Por alexis - 18 jun 25 - Sin categoría - Comentarios desactivados

RetamarRoberto Fernández Retamar, a 95 años de su nacimiento, es un referente para la defensa cabal del ser humano

Los ideólogos del derecho de unas personas y naciones para crear su fortuna sobre la desgracia de otras argumentan sus propósitos en divisiones artificiales, más allá de la diversidad natural. Sin embargo, su intento de imponer esos criterios encuentra rivales formidables en legados como el del intelectual cubano Roberto Fernández Retamar.

Él aprovechó cada ángulo de su obra, en especial sus ensayos, tan poéticos como lúcidos, para defender al hombre real y, entre sus batallas, entregó su pensamiento al desmontaje del racismo.

Recordó el origen lingüístico de la raza, un préstamo de la terminología zoológica, y señaló 1492, el año del «descubrimiento de América» tan cuestionado por él, como la fecha cuando las diferencias somáticas adquirieron la connotación de significantes fijos con significados establecidos, negativos para los «coloreados» y positivos para los blancos.

De modo contundente y simpático, criticó la supremacía de ese color, apoyado en los autores Shaw y Chesterton, quienes «sugirieron denominaciones como “marrón claro” y “rosado”, pues ¿quién rayos ha visto nunca a un ser humano fantasmalmente blanco?».

Retamar, por años presidente de Casa de las Américas, comprendió la estrategia de respaldar los actos de extinción de los nativos de nuestro continente con un aparato ideológico, según el cual «no pertenecer a la supuesta “raza” de quienes vivían en la “civilización”, justificaría ya la esclavización o incluso el exterminio».

Advirtió el abordaje teórico de la civilización, consistente en el encumbramiento de Europa como la única forma de vida válida y el desprecio de las demás culturas, englobadas en el término de barbarie. Desde entonces, civilizar devino sinónimo de colonizar, pues, como expresara Michel de Montaigne, citado por él: «cada cual llama barbarie a lo que es ajeno a sus costumbres».

Sobre los nombres reservados a los conquistadores y a recalcar su distancia con los vencidos, el cubano detectó la misma esencia tras las variaciones etimológicas: «Las máscaras de Próspero pueden llamarse verdades reveladas, civilización, o incluso, llegado el caso, fascismo (máscara que en su momento perdió), pero el envejecido rostro detrás de las máscaras apenas cambia en su osamenta».

Uno de esos últimos antifaces, el par de los países desarrollados/subdesarrollados, esconde una artimaña capitalista, trasladada al concierto internacional: la presentación del crecimiento robusto e independiente de unos pocos por su capacidad, inteligencia, voluntad y espíritu de trabajo superior a unos cuantos.

El escritor invirtió la ecuación hacia su planteamiento más exacto, al llamar a los desarrollados «subdesarrollantes», debido a su avance a expensas del resto.

Ante tantas categorías para separarnos, y frente a tantos peligros acrecentados, Roberto Fernández Retamar apostó, como única salvación, por «un descubrimiento verdadero, (…) del múltiple ser humano “ondulante y diverso”: el ser humano total».

por Jorge Ernesto Angulo Leyva

 

Fuente: Granma

https://www.granma.cu/cultura/2025-06-08/retamar-al-lado-del-hombre-real-08-06-2025-21-06-04